Esto es simplemente indignante.
Esto no tiene palabra que lo describa de manera completa.
Este sentimiento de impotencia al ver las cosas que suceden
en mi país es que el que llena el corazón y la mente de muchos venezolanos.
Los manotazos de un ahogado, los últimos intentos de
sostenerse a un cargo sin importarle las consecuencias a largo plazo que puede
tomar sus decisiones, un hombre irresponsable que ya se ha ganado su puesto en
la historia universal. Quizás esta etapa de la historia venezolana no ha
acabado todavía pero ya ha marcado suficiente mella en la economía nacional
como para poder decir que la recuperación durara cerca de 20 a 30 años.
Es horrible ver como los comercios son saqueados por grupos
violentos de personas, que sin pensar en las consecuencias de sus actos, solo
sacian sus deseos más básicos.
Y hablo de deseos, porque necesidades no lo son.
Nadie necesita dos o hasta tres televisores plasma de 55
pulgadas, cuando su familia no tiene para comer o sus hijos van a escuelas públicas
y no pueden costearse una educación de calidad.
Nadie necesita dos o más móviles si la ropa que está usando la
ha comprado hace más de un año.
El problema del venezolano es simple y se resume en una sola
palabra.
¿Extraño no?
Esta palabra es: PRIORIDADES.
Sí, hay que tener prioridades en la vida, hay que tener
prioridades en tus necesidades, en tus compras, en tu vida en general.
Suena fácil pero no lo es.
Para poder saber que es prioritario para ti, hay que ver un
panorama graaaaande de variables que pueden afectar tu presente y tu futuro.
Si toooodas las personas que fueron a saquear, o que han ido
a comprar con la imposición de rebajas hecha por el gobierno, supieran que
todos esos comercios/tiendas/franquicias ahora no tienen capital con que
reponer sus mercancías, que ahora no venderán mas ya que no tienen acceso a los
dólares preferenciales (Ni antes y ahora menos), si esas personas hubiesen
pensado y racionalizado esto, la situación fuera diferente.
Muy diferente.
Todas las acciones que hacemos en nuestra vida afectan
nuestro futuro, y el futuro de otros.
Suena mucho a la película “El efecto Mariposa” y básicamente la premisa es la misma. Una acción
que cometas hoy puede cambiar por completo tu futuro.
Unas palabras random, dichas
por un presidente que no tiene ni la más mínima idea de lo que hace sentado ahí,
desato una situación que ahora no tiene control.
"En Mérida los medios reseñaron que en horas de la tarde y de la noche de
este lunes cientos de personas se agolparon a las puertas de un
conocido establecimiento comercial, que vende artefactos eléctricos,
exigiendo a gritos a los dueños que abrieran sus puertas para ellos
poder "adquirir" sus productos con rebajas. Ante la situación, que se
tornaba amenazante, se apersonaron al local los representantes del
Indepabis y luego de una exhaustiva revisión determinaron que los
precios eran los justos y no había usura, y así se lo hicieron saber a
los potenciales clientes. Si bien muchas de las personas se retiraron de
los predios del negocio conocedores que no habrían las ansiadas
rebajas, otros se quedaron protestando y acusando a los funcionarios de
estar en complicidad con los dueños. Tuvieron que llegar las fuerzas del
orden público para meter en cintura a estas personas. ¿Eran estos
últimos clientes interesados en las supuestas rebajas del negocio? Nada
de eso. Eran bandidos a la espera de la más mínima oportunidad para
entrar y arrebatar a la fuerza lo que no les pertenece."
Fuente
Una corriente de destrucción fue iniciada ese fatídico día
en el que se mandó a saquear a Daka. Ahora que inicio con Daka, el presidente
no podía retractarse de sus palabras y tuvo que llevar esa acción a sus últimas
consecuencias. Porque si, yo creo que él sabe que la cago. Nadie es tan tonto
para ver que esa furia en las masas puede cambiar muuuuy rápido de objetivo.
Saquear; técnicamente el no dijo “saqueen Daka” pero si
dijo: “¡Vaciad los anaqueles!”
Esas personas que fueron a “vaciar los anaqueles” no pensaron en sus prioridades. No pensaron
que los televisores pantalla plana no se comen; no pensaron que los
reproductores musicales (Plantas pal venezolano) no les dan trabajo; no
pensaron en la cantidad de personas que se quedaron sin empleo por su
arremetida a las tiendas; no pensaron que cuando se acaben todos los productos
del país, no se podrán reponer.
Porque no hay dólares, no hay divisas para importar nada y aquí
se importa TODO. Hasta las decisiones políticas se importan… pero ese es otro
cuento.
La gente no piensa en la economía, no ve los indicadores económicos
(Que salen en los diarios que la mayoría de los que saquearon “leen”
diariamente), y piensa que todas esas cosas complicadas de entender son “vainas de los opositores para enredarnos”
y que en realidad todo está bien.
Ayer el presidente en una de sus tantas apariciones en TV
dijo que aquí, en Venezuela, no pasaba nada malo con la economía. Nada nadita,
todo está bien chico.
Dijo que aquí no faltaban dólares, que aquí sobraban los dólares
y que todo es una campaña de desinformación MUNDIAL para desestabilizarlo a él
y al país.
¿A él? ¿Quién se supone que es EL?
La respuesta es fácil, cualquier psicólogo lo diría de
inmediato.
Él es un
megalómano, y uno muy peligroso. Tiene seguidores
que cumplen ciegamente lo que él dice.
Mi pregunta a la final de todo es:
¿Cuándo alcanzaremos el breaking
point? ¿Cuándo nos hartaremos de tanta mamarrachada y saldremos a exigir lo
mejor para el país?
¿CUANDO?