martes, 15 de diciembre de 2020

Lo extraño de no querer

Lo que nunca fue, lo que parecía ser. Lo que me gustaba y lo que me disgustaba. Me encantaba sus historias y me encantaba su risa. Parecía una fuente inagotable de felicidad, tarde descubriría que era un recurso escaso. Esa niebla que tapaba nuestras cabezas, esas ideas que nunca se lograron pero que se acariciaron con tanto amor. Con tantas ganas que me llevaron a pensar y a vivirlas y revivirlas en mi cabeza para nunca vivirlas con ella.

Llego el momento y llego el día, la expiación de los pecados. Llego el día en que se ha de sacrificar el macho cabrío y dejar que todos esos pensamientos se vaya con el fuego.  Esa daga que atravesó su cuello fue premonición desde el inicio. La fecha de expiración estaba escrita en la chapa de ella botella pero la ignoramos como siempre ignoramos todo lo demás. 

Sangrando agonizaba el pobre animal mientras nosotros bailábamos por su felicidad. Retozábamos y nos alegrábamos como seres sin consciencia. Inertes en un mar de placer y diversión sin consecuencias. O al menos así creímos.

Su último aliento fue agónico, la sangre fluía y manchaba todo a su paso ¿Acaso podemos culparnos por revolcarnos en su restos? Manchados y dañados, lentamente despertando al desastre que nos había arrastrado nuestra ceguera. El dolor se intensificaba y uno más que otro empezaba a evitar la verdad.

Abrir los ojos a una nueva realidad. Nueva y amasada, armada y construida por nuestros miedos. Llevada a cabo para escondernos y llegar a lamer nuestras heridas. Ignorantes de que la sangre de un inocente estaba en nuestra piel.

Es preferible la ceguera. Es preferible no saber. Es preferible esconderse y vivir en esa caverna. La luz del sol me ciega, la sabiduría me es escurridiza y yo no dejo de engrasar mis manos en sus fluidos.

Ahora este desierto yace al frente de mi. Mustio y seco, pocas flores moradas sobreviven al viento árido de la soledad. Extrañar es un ejercicio fútil, te engañas a ti mismo pensando que ese momento puede volver, planeas para que todo vuelva a funcionar. Buscas y te ingenias un escenario donde todo pueda recrearse para tus egoísta ambición de volver a ese momento.

Humo blanco se eleva desde mi cabeza, atrápalo si puedes, recoge sus partículas y vuelve a recrear esos momentos de felicidad. 

Es fútil pero yo la extraño. 

miércoles, 29 de enero de 2020

Lilith y yo.

Lilith. 
Génesis 1:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Varón y hembra los creó. Al mismo tiempo. El nacimiento de Eva fue posterior a la creación de la primera mujer. Mi nacimiento fue posterior a ella. Osea soy la primera segundona, el reemplazo. Sin el mismo poder de la mano de mi señor.

Génesis 2:18 y 22 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

La primera esposa de Adán fue Lilith, esa perra creída y odiosa. Esos dos nunca hallaron armonía juntos, cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilith se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual»
Por el polvo, de la mano de Dios. Ella podía, ella lo sabía y ella lo dominó. Ella no lo esperó. Y Ella se fue. Yo solo llegue para cubrir su lugar. Solo porque el hombre estaba solo, porque ese idiota no supo dominarla. 

Isaías 34:14 (en original hebreo): פגשו ציים את־איים ושעיר על־רעהו יקרא אך־שם הרגיעה לילית ומצאה לה מנוח׃. En la Biblia de Jerusalén el pasaje se traduce como: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso».

Lilith huyó del jardín y fue a parar a las orillas del mar rojo. Muchos demonios expulsados del primer hogar fueron a dar ahí, y ella llena de lujuria y del poder que le había conferido Dios mismo, los dominó. Llena de lujuria los poseyó y dio a luz a los Lilim. Nefilim, los caídos.
Yo vine después. Segunda siempre, un subproducto del costado de Adán. Soy la pequeña Eva. Avalin. Evelin.

"Yahvéh formó entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra, y con otra parecida llamada Naamá, hermana de Tubalcaín, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todavía atormentan a la humanidad. Muchas generaciones después, Lilith y Naamá se presentaron ante el tribunal de Salomón disfrazadas como rameras de Jerusalén."

Malditos cabalistas, yo ignoraba todo esto. Pérdida estaba en mi jardín, desde el principio fui engañada. ¿La culpa del pecado original recae en mi? Pecadores ya habían antes que yo tomará la manzana. Ella siempre fue una puta, pero una puta qué siempre hizo lo que quiso y nunca nadie le recriminó nada. ¿Yo? Desde el inicio me han cargado de culpa y de presión. De dolores y de reclamos. Oprimida y aplastada, soy la mujer original, pero nunca Lilith. Ella es la primera Súcubo, madre de los Lilim. 

Génesis 6:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
•Los hijos de los hombres: los hijos de Lilith.
•Mis hijos con Adán: los hijos de Dios. 
Pero tú no harías esa separación ¿no? Tu los quisieras a todos como tus iguales. 

¿No?

Porque todos sufrimos la misma opresión igual que tú. Todos estamos en este barco al igual que tú. ¿Por que morder la mano que te ayuda a comer? ¿Por qué empujar a tus hijos a la deshonrosa muerte? ¿Aun guardas en tú corazón rencor contra los Lilim? 
Porque tú no nos harías caer 
¿No? 
Pequeña Eva.